Actualidad del motor
12/5/2025
El ángulo muerto o punto ciego, en el contexto de la conducción de vehículos, es uno de esos riesgos que nos acompañan desde el momento que nos ponemos al volante de un coche. Como siempre está presente, a menudo solemos banalizarlo como una simple molestia, cuando realmente supone un grave problema de seguridad vial.
Para prevenir los riesgos que conlleva el ángulo muerto, conviene entender qué supone en toda su extensión. Por eso, en las próximas líneas vamos a explicar su significado, así como las formas que tenemos a nuestro alcance para minimizarlo. Y con una gran noticia: podemos evitarlo gracias a los ADAS que incorpora Dacia en sus vehículos.
El ángulo muerto, también conocido como punto ciego, es el área en torno a nuestro vehículo que queda fuera de nuestro rango de visión, bien directamente o bien a través de los retrovisores, cuando estamos al volante. Esta falta de visibilidad se produce principalmente cuando determinados elementos estructurales del coche (pilares, reposacabezas, marcos de las ventanas…) nos tapan parte de la vista de la carretera.
Hay que tener en cuenta que en un automóvil existen principalmente cinco ángulos muertos: dos laterales traseros (los ocultos por los pilares B y C), dos laterales delanteros (pilares A) y uno inmediatamente posterior (si no contamos con ventanilla trasera).
Los puntos ciegos más problemáticos, y a los que habitualmente nos referimos, son los laterales traseros, aquellas áreas que quedan fuera de nuestra visibilidad cuando miramos a derecha e izquierda por los retrovisores. Cada uno de ellos puede suponer una superficie de unos 3 por 9 metros, en la que puede quedar oculto íntegramente un vehículo.
El ángulo muerto no es un área fija ni uniforme. Puede variar en función del diseño específico del vehículo, de la posición del asiento del conductor e incluso de la postura que tomemos al volante. También dependerá del ajuste que hagamos de los espejos retrovisores, en el caso de los ángulos muertos traseros.
La respuesta es sí. Todos los coches (y vehículos en general) tienen un punto ciego. Como decimos, se producen principalmente por elementos estructurales que son imposibles de eliminar, aunque los diseñadores e ingenieros trabajan para minimizarlos cada vez más en los nuevos modelos.
Los puntos muertos pueden ser incluso de mayor tamaño según las dimensiones del vehículo. En el caso de vehículos sin ventanilla trasera (como muchos vehículos comerciales) o de gran tamaño (camiones o autobuses) cuentan, además, con un punto ciego adicional en la parte inmediatamente posterior al vehículo.
No en vano, la DGT hace especial hincapié en la prevención de accidentes con este tipo de vehículos (comerciales y de transporte) como consecuencia de la falta de visibilidad en los puntos ciegos. También alerta del especial peligro que supone el ángulo muerto en entornos urbanos, donde se producen la mayoría de percances por este motivo.
El ángulo muerto se vuelve especialmente peligroso a la hora de realizar determinadas maniobras de acceso a otros carriles. Esta falta de visibilidad a menudo nos impide ver a otros usuarios de la vía (vehículos, ciclistas, peatones…) que se encuentran circulando o parados en dicho carril, lo que puede terminar derivando en colisiones o atropellos.
Las principales situaciones de riesgo son:
La DGT advierte de la especial gravedad de los puntos ciegos con usuarios vulnerables (motoristas, ciclistas, peatones…), sobre todo en entornos urbanos donde se producen el 80 % de accidentes por colisión o atropello con este grupo.
Hay diversas precauciones que podemos tener para minimizar los riesgos del ángulo muerto. Aunque algunas pueden ser obvias y se suelen llevar a cabo, otras pueden pasar más desapercibidas, por lo que no está demás repasarlas.
Como decimos, podemos apoyarnos en la tecnología para minimizar los riesgos del punto ciego. Pero es que, además, los ingenieros han desarrollado sistemas específicos para evitar en la medida de lo posible este problema. Este tipo de ADAS, conocidos comúnmente como BSW (Blind Spot Warning), nos alertan de la posible presencia o proximidad de un vehículo en el área ciega próxima a nuestro vehículo.
Estas alertas pueden variar en prestaciones según el fabricante. Algunas versiones de Dacia Jogger y Dacia Sandero cuentan de serie con el Sistema de Detección de Ángulos Muertos, mientras que en algunas versiones de Dacia Duster y Dacia Bigster se ofrecen como pack. Este sistema detecta la presencia de vehículos en el ángulo muerto y nos avisa inmediatamente a velocidades de entre 40 y 130 km/h, a las que habitualmente se producen los cambios de carril.
El Sistema de Detección de Ángulos Muertos de Dacia trabaja en dos fases. Por un lado, utiliza una serie de sensores de precisión ultrasónica (más modernos que las habituales cámaras), y escanea constantemente las áreas laterales posteriores de nuestro Dacia. Por otro lado, en cuanto detecta la presencia de algún vehículo, nos alerta inmediatamente de su proximidad a través de indicadores luminosos situados en los espejos retrovisores.
Los BSW como el Sistema de Detección de Ángulos Muertos de Dacia están considerados entre los ADAS de mayor efectividad. Instituciones como la DGT o la IIHS americana aseguran, según distintos estudios, que estos sistemas pueden reducir la siniestralidad entre el 14 % y el 23 % a la hora de cambiar de carril. En nuestro país, esto se traduciría en la posibilidad de evitar cada año 16 muertos y 170 heridos graves.
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